jueves, 10 de enero de 2013

Ciudades Europeas. Milán, Turín, Florencia, Verona y Venecia. Diciembre 2012.


Comienza otra aventura, que me llevará por las tierras del norte de Italia. En ellas se mezclan historia, cultura, tradiciones, diseño, vanguardia y modernidad. Con ellas casi relleno, ya que me faltaría el sur del país, la antica Italia, el país más parecido de Europa a España en cuanto a cultura y tradiciones, idioma y gastronomía.

Salí con bastante tiempo de casa, me confundí de horario y vi el horario de embarque y no el de salida. Con lo que llegué al aeropuerto más temprano de lo que necesitaba. La primera anécdota del viaje está servida, me he encontrado en el aeropuerto con la Mari y Chambao. Esta noche actúan en Las Palmas y van a coger un vuelo que les lleve a la isla hermana. Me he puesto algo nervioso y les he saludado, pero no me he atrevido a pedirles que se hagan una foto conmigo. Con ese nerviosismo les he sacado una foto cuando ellos están distraídos desayunando en la misma cafetería en la que lo hago yo. Que cosas, ¿verdad?.

La compañía con la que vuelo es easyjet, he volado varias veces con ellos teniendo vuelos bastante buenos. Éste no va a ser distinto, tanto es así que me he quedado sopa en todo el trayecto. Dos horas de vuelo y dos horas de sueño, lo necesitaba. He llegado al aeropuerto de Malpensa en Milán. Y después de recoger maletas he ido a coger la guagua que me lleve a la estación central de trenes de Milán. De ahí he cogido el metro y en cuatro paradas me he bajado en la estación del Domo.

Domo de Milán
La primera impresión de la plaza del Domo y de la Catedral, el Domo, es impresionante. Pero no tengo tiempo para pararme a contemplarla más detenidamente. Lo haré en cuanto llegue al hotel y después de hacer el check in y almorzar algo, salga a dar una vuelta.

Milán no me ha desilusionado, es una gran ciudad, moderna, viva, culturalmente inquieta y con bastante movimiento. No me esperaba otra cosa, no esperaba una ciudad medieval ni nada por el estilo. Y así es, es una ciudad moderna con un casco antiguo bastante bien conservado. Ciudad que  pertenece a la región de Lombardía. Hace mucho frío, a las 3 de la tarde hace tan solo 5 grados. Corre un aire muy frío.

He llegado al hotel, está a 10 minutos caminando desde la Piazza del Domo. Se llama Hotel Carrobbio, es un cuatro estrellas. Es un edificio antiguo reformado. Las habitaciones no están mal, algo recargadas en su decoración, pero tienen detalles de un cuatro estrellas. El trato y el servicio está a la altura de un cuatro estrellas. Hotel recomendable.

Dejo maleta, me cambio, me pongo los pantalones y camisetas térmicas que me compré en Decathlon y mochila en mano salgo a dar un paseo por la ciudad. Lo primero que hago es almorzar algo, van a ser las 4 de la tarde y no he comido nada desde el bocata en el aeropuerto de Málaga. Así que encuentro en mi camino un McDonald. No lo pienso y entro, ya tendré tiempo de comer algo típico esta noche. Ahora algo rápido para poder empezar la visita cuanto antes.

Galerías Vittorio Emanuelle II
Caminando por la Vía Torino, regreso a la Piazza Del Domo. Ahora es mi momento para disfrutar de las vistas, sacar fotos y dar una vuelta a la plaza. Hay mucha gente, hay mucho ambiente. Hay un árbol de navidad gigantesco que está adornando un lateral de la plaza. En el centro se encuentra la estatua ecuestre de Vittorio Emanuelle II, a su mano izquierda se encuentra las Galerías Vittorio Emanuelle II, enfrente justo está el Domo y a mano derecha está situado un edificio que es el Museo Provincial. Hago unas fotos y entro en la Catedral de estilo gótico. La fachada de estilo neogótico se parece bastante a la catedral de Segovia, es muy bonita. Hay una parte acotada a la oración a la que los turistas no podemos entrar. Me sorprenden las vidrieras y los tapices pintados que cuelgan entre los pilares de la Catedral. Hay dos cuerpos momificados de dos Beatos que están siendo canonizados santos por el Vaticano, no le presto mucha atención. Me sorprende el órgano y en ese momento empieza a sonar, ya que comienza la eucaristía.

Teatro Della Scala
Salgo del Domo y me dirijo hacia las Galleria Vittorio Emanuelle II. Es un palacio clásico de mitad del siglo XIX remodelado y convertido en centro comercial, en ellas se encuentran las tiendas de marca, tanto de moda como de complementos. Pero es cierto lo que dicen las guías, se respira glamour. Por ese aire a glamour, decido parar y tomarme un chocolate caliente que me ponga el cuerpo a tono. ¡Coño con el glamour!, 7 euros la taza de chocolate caliente. Menos mal que está rico. Continuo hacia el otro extremo del centro comercial y salgo hacia la Piazza della Scala. En ella hay en el centro una estatua de Leonardo Da Vinci, y enfrente justo de la estatua se encuentra el Teatro della Scala. Famosísimo teatro en donde los mejores tenores y las mejores sopranos han representado óperas, el más grande teatro lírico del mundo. Tiene unos museos que decido visitar. Están curioso, lo fundamental de la visita es que te dejan ver la sala principal del teatro, en donde los principales reyes, príncipes, presidentes de la República y miembros de la Corte, hacen su desfile en los descansos de cada ópera. Te dejan entrar a uno de los palcos del teatro en donde puedes contemplar todo el escenario, con el sitio para los músicos, el patio de butacas y los palcos. Seis plantas de palcos que hacen que sea uno de los más típicos escenarios mundiales.

Al salir ya es de noche y van a ser las 5 de la tarde, anochece muy rápido. Así que decido volver sobre mis pasos y ver si puedo visitar el museo que está al lado del Domo. Mato dos pájaros de un tiro, me resguardo del frío que hace y como ya no puedo seguir haciendo fotos los paseos por las calles solo serán testimonio en mi memoria. Me doy cuenta al llegar a la Piazza del Domo que hay un edificio justo al lado del Museo Provincial en la que desde cada balcón de los casi 5 por planta que hay, un músico está tocando canciones de Navidad. Suena el Noche de Paz, y hace un ambiente entrañable.

Justo debajo del Museo Provincial, se encuentra el Palacio Real de Milán, y en sus dependencias hay dos exposiciones. Una de pintura de Picasso y otra dedicada a Constantino. Al final decido entrar en la exposición de Picasso. Me ha costado cara la entrada, 9 euros, pero tengo que reconocer que es la exposición de Picasso más completa que he visto. En ella hay cuatro cuadros que sobresalen entre todos y que me dejan alucinado, uno es El Arlequín, otro es La Lectora, La Campesina y por último el Retrato de Dora Maar. También hay expuesta alguna escultura, así como una parte de las fotos del proceso de creación de El Guernica. Me ha gustado mucho la exposición. No tengo tiempo para ver la de Constantino.

Decido hacer una parada para cenar en una Pizzería, entro en una que me encuentro por el camino. Ceno bien pero muy muy muy caro. Pido una ensalada de tomates con queso mozarela, un arroz a la Milanesa y un café y un limonccello. Terminada la cena me voy para el hotel a descansar un rato. Mañana más.
Basílica San Lorenzo Maggiore
Segundo día en Milán. Después de desayunar, toca pateada por las calles de Milán en busca de iglesias, monumentos y sitios históricos que visitar. Lo primero que me encuentro es una plaza por la que se entra por debajo de un arco, es la Piazza San Lorenzo, en ella se encuentra la basílica San Lorenzo Maggiore. Es pequeña y muy coqueta, la más antigua de Milán, data del siglo IV. Está construida sobre restos de construcción romana y está hecha con restos de otros edificios románicos. Dentro destaca por un lado una capilla con frescos bizantinos y por el otro lado una réplica de la Pietá y un fresco réplica de la última cena de Michelangelo.

Salgo de la iglesia y camino hacia la segunda iglesia que veré en el día. Llego a la Basílica de San Ambrosio. Es una basílica reconstruida en siglo XI con estilo románico lombardo. Posee dos torres de distintas alturas unidas por un atrio. En su interior se exponen tres esqueletos, de San Ambrosio, San Gervasio y San Protasio, vestidos de gala, con un excelente mal gusto. Que se me entienda, nunca he sido un seguidor de este tipo de reliquias. En el atrio que hay antes de la entrada a la basílica, hoy hay diversos puestos de venta de diversos artículos promocionando diversas campañas de solidaridad. ¡Con qué facilidad se olvida por parte de la iglesia lo que le dijo Jesucristo a los mercaderes!. Aún siendo para la recolecta de dinero para diversas campañas de solidaridad, está fuera de lugar organizar semejante espectáculo en la entrada a una iglesia.

Acto recuerdo a los Héroes
Con semejante panorama me voy hacia la tercera iglesia, la más importante y en la que en su museo está una de las obras de arte principales de esta ciudad. Me refiero a la iglesia de Santa María delle Grazie y su Cenacolo Viniciano. Pero a eso me referiré mas tarde, ya que yendo a esa iglesia me encuentro con un monumento bastante bonito y muy patriótico. Se trata del monumento a los Lombados caídos en la segunda guerra mundial. Y en el momento que llego hay un acto recuerdo a los héroes de guerra. Hay una banda de música que toca himnos militares, muchas banderas italianas y estandartes de diversos batallones del ejercito italiano, y sobre todo muchos ex militares retirados que llevan un sombrero con una pluma que los identifica. Saco algunas fotos y espero a que termine el desfile acto para poder pasar al otro lado de la calle.

Cúpula Iglesia Sta. María delle Grazie
Llego a la Iglesia de Santa María delle Grazie, con el propósito de intentar ver el Cenacolo Viniciano, en donde se encuentra la obra de arte estandarte de esta ciudad, "la última cena" de Leonardo da Vinci. Pero después de entrar en la iglesia y dar una vuelta por ella, paso a sacar la entrada para el Cenacolo y cual no es mi sorpresa que no puedo. Está limitada la entrada a 25 personas cada cuarto de hora y las entradas para hoy están agotadas para todo el día. Por lo que me dicen las guías hay que reservarlas con semanas de antelación. Así que mi gozo en un pozo, me iré de Milán sin ver la última cena. Para hacer más agradable el recuerdo de la visita a esta iglesia, en la sacristía hay expuesta una selección de manuscritos, dibujos y grabados del Códice Atántico de Leonardo da Vinci. Evidentemente la exposición me atrae y entro, aparte de los manuscritos hay un vídeo demostrativo de los diversos artilugios diseñados por Leonardo y realizado en 3D. Me ha parecido super interesante.

Castelo Sforzesco
Salgo de la exposición y voy hacia el Castillo Sforzesco construido por los Duques de Visconti y el Parque Sempione. Llego al castillo, hay un mercadillo de todos los artículos que te puedas imaginar, desde dulces, embutidos y puestos de fruta y verduras y de artículos de artesanía, y complementos de muchas variedades. Me entretengo un rato viéndolo. Entro al castillo y me parece muy interesante. En sus instalaciones hay diversos museos dedicados a pintura antigua y moderna, a escultura y arqueología, etc. Entro en algunas salas para contemplar los interiores. Recorro varias salas observando los impresionantes muros que construyeron como fortín defensivo de la ciudad y en donde Leonardo da Vinci puso varias de sus inventivas en práctica.

Una vez terminada la visita al Castillo Sforzesco, paso a los jardines del Parque Sempione, es un inmenso parque que hace de pulmón de a ciudad, en donde hay un lago en el centro del parque, en un extremo está el Arco de Triunfo y a un costado el Arena Civile. El Arco del Triunfo es muy parecido a la puerta de Brandemburgo de Berlín. El Arena Civile es un recinto deportivo y de actos culturales que tuvo su importancia en la guerra mundial, ya que en este estadio hubo ejecuciones sumarias de diversos héroes de la ciudad.

Arco del Triunfo
Llega la hora de hacer un descanso y almorzar. Entro en una tratoría que se llama Clotilde. He comido una pasta y una hamburguesa de ternera con ensalada. Buena comida y muy buen ambiente en la tratoría. Me dirijo al último destino del día, que es el Cementerio Monumentale. He tardado algo en llegar y he tenido que atravesar el bario chino de Milán, en donde están todos los comercios chinos reunidos. Solo tenía como información de este sitio, la que me había ofrecido una página web en la que ponía que era un museo al aire libre en un entorno muy peculiar. Pues al llegar me llevé una gran desilusión, ya que se trata del cementerio antiguo de la ciudad en la que se encuentran las lápidas y nichos de los Milaneses pero con una salvedad, todos los panteones tienen una figura que identifican a santos, o personajes o animales. Es un cementerio. Vi la primera sección y tuve ya bastante.

Regresé caminando al hotel, fue una buena caminata. Y he cenado cerca del hotel en una pizzería ristorant que se llama "Vino e Pane". Cené una pizza 5 quesos que estaba riquísima. Y con esto se acaba la visita a Milán. No me ha defraudado porque la tenía en mi pensamiento tal y como es, una gran ciudad moderna y vanguardista con un centro histórico muy bonito y digno de ver. Milán tiene historia pero también tiene futuro. Aquí reside la modernidad italiana que les llevará al futuro. Milán solo tiene un pero, es una ciudad muy muy muy cara. Extremadamente cara para vivir.
Empieza el día de la despedida de Milán y la bienvenida en Torino, Turín. De Lombardía pasamos al Piamonte. Me despierto algo tarde para lo que proyecté ayer pero con fuerza me arreglo, dejo el hotel y me pongo en marcha para la estación central de Milán en donde cogeré el tren. De entrada tengo que anotar que en el hotel de Milán he tenido que pagar una tasa de 8 euros por dos noches de hotel, son unas tasas municipales para el turista. Fíjate por donde los italianos han puesto la tasa que en España tenemos un miedo atroz a ponerla por si los turistas nos abandonan. Yo no he leído que esta tasa haya echado para atrás a ningún turista, se paga y ya está.

Cojo el tren y comienza el viaje a Torino. Por cierto, a partir de ahora llamaré a Italia el país de los extras. He tenido que pagar 10,00 euros por viajar en un tren de superior categoría. Tengo que mirarlo porque no recuerdo ver nada de eso en la publicidad de Eurorail, cuando compre los billetes. Aún así para no tener problemas los he pagado y punto. El tren era un talgo, cómodo, rápido y limpio. En el camino he visto las montañas nevadas de los Alpes, preciosa vista. Tarda en hacer el recorrido una hora y media. Llego a Torino cerca de la 13,00 horas y me dirijo hacia el hotel.

El hotel se llama Hotel Diplomatic, es un 4 estrellas, un poco soso en la decoración pero lo que he probado del hotel hasta ahora funciona perfectamente. Eso sí, está limpio y el servicio es perfecto, amables y diligentes. Después de dejar la maleta y descansar un momento, cojo rumbo a ver el centro de Turín.

Palazzio Reale
Por lo pronto el centro de la ciudad está a 15 minutos más o menos paseando desde el hotel. Antes he comido dos trozos de pizza en una pizza express, para comenzar la visita a la ciudad antes que se ponga el sol. He entrado en la Piazza Castello. Ahí se encuentra el Palazzio Reale, residencia de los Saboya, el Palazzo Madama, con su mezcla de arquitectura medieval y barroca. Me llevo una desilusión no puedo entrar en ningún de los museos ni en el Palazzo Reale, es lunes, y está todo cerrado. Así que solo me queda hacer la visita a los exteriores hoy y mañana decidir a cual museo entro y que monumento visitaré.

Catedral de Turín
Dando un rodeo por la Piazza Reale, llego a la Piazza Sant Giovani, que es en donde se encuentra la Catedral. Por fuera es fea y muy sencilla, cierto es que solo tardaron 9 años en hacerla en el medievo. Lo que si es curioso que la torre con el campanario está justo al lado de la Catedral, a esto se le llama campanario de Juvarra. Justo en lo alto de la puerta de entrada a la Catedral se encuentra una copia de la pintura “La última cena” de Michelangelo. El atar de la iglesia es una pintura y las capillas de la catedral, si están decoradas con pinturas representando escenas de los evangelios. Y ahora me topo con el gran dilema, que es ver o no ver “la sábana santa”. Al fondo a la izquierda de la catedral, tienen dedicada una capilla solo y exclusivamente a la sábana santa. Me debato entre ver la sábana y continuar apoyando el atropello de la mentira de la misma, o bien pasar de ella. Decido que si hay que pagar para ver la sábana, me marcho sin verla. Ahora bien, los curas se montan muy bien el espectáculo, todo es un burdo montaje. Me explico. A la capilla tiene acceso todo el mundo, sin pagar. Se expone una copia del sudario, y además solo un trozo, el que se refleja la cara. La sábana completa, y no la original, se exhibe en el Museo della Sidone, en donde hay que pagar. Por cierto, es la misma exposición que empezó su recorrido en Málaga a principios de este año. También se expone una copia. Nunca se expone el original del sudario, a no ser en conmemoraciones muy muy especiales. Se expuso hace unos años y está prevista volver a exponerla en el 2025. Y ahora me pregunto, ¿para este viaje hacían faltas tantas alforjas?. Todo lo que rodea al sudario, es puro comercio, falsedad y choriceo, el resto es tontería.

Al salir de ahí me he dirigido hacia los Jardines Reales, en donde se encuentra el Museo Sabauda, también cerrado hoy. Y he seguido hasta llegar a la Piazza della Republica, que es en donde está el mercado central, y donde en las calles y plazas contiguas se expone el mayor mercado de alimentación de estas tierras. Hay todo un regimiento de barrenderos limpiando la zona. No he llegado a verlo en funcionamiento, pero por la cantidad de basura que están retirando debe ser impresionante. He tirado por la vía Giuseppe Garibaldi, y me he adentrado por calles y callejuelas en todo el barrio, he recorrido diversas plazas, fotografiando esculturas y rincones muy bonitos que he visto. He parado en una chocolatería, y he pedido un chocolate caliente. Es otra de las comidas típicas de Torino, el chocolate. Es una de sus especialidades, es muy famoso y tienen diferentes formas de prepararlo, aparte de en bombones y tabletas. El chocolate tengo que decir que es excelente, me ha gustado mucho y estaba bien caliente, para combatir ese frío que hay en las calles.

Plaza del Ayuntamiento
Al salir de esa chocolatería me he dirigido hacia la Piazza Saboya, hay unas esculturas de tres personajes héroes locales, que hace un muy bonito rincón. Callejeando he encontrado la Piazza del Ayuntamiento, su iluminación es bastante moderna, agradable y sorprendente. Muchas filas de muchos cubos muy pequeños de colores, se mezcla el rojo y el azul. La plaza no necesita otra iluminación. Después he visto el teatro, y al final he regresado al hotel, ya que me encontraba cansado de caminar, he estado 5 horas caminando. Pero antes he sucumbido a la tentación. Me he encontrado con una tienda en la que preparan el yogurt de muchas maneras. Se llama Yo y es una cadena, ya la vi en Londres, y tienen como base el yogurt. Pedí un helado de yogurt con chocolate caliente y unas avellanas tostadas picadas por encima. Me lo han servido en un vaso, y me ha puesto mucho chocolate caliente, lo que ha hecho que el helado se derrita, …...... No les digo como estaba, pa`morirse.

Ya de noche salí a una pizzería que hay enfrente justo del hotel para cenar, Cernaia 31, recomendable. Y he comido unas pastas, unos pennes a la mera, con salsa de tomate y berenjenas acompañada de queso ruccola fresco. Buena cena para terminar la jornada, al terminar regreso al hotel y a descansar para mañana.
Segundo día en Turín, y hoy me he levantado algo decaído y no hay motivo. Aún así me pongo las pilas, desayuno en el hotel y salgo a caminar. Hoy toca el día de los museos y visitas a los monumentos de interés. Ayer hice el recorrido a pie de la ciudad. Lo primero que hago es dirigirme a la Piazza do Castello. La primera parada la hago en la Chiesa di San Lorenzo, más conocida como la capilla real, ya que está justo pegada al Palazio Reale, residencia de los Savoya. La Iglesia es pequeña pero bastante lujosa en su interior, es de estilo barroco construida en mármol blanco, rojo y negro. Las esculturas y las pinturas que alojan en su interior son bastantes llamativas y está dedicada al mártir San Lorenzo.

Chiesa di San Lorenzo
Salgo de la iglesia y me dirijo directamente al Palazio Reale. Compro la entrada al palacio y al museo de armas y armaduras y entro a hacer la visita. El palacio era la residencia de la familia real de Savoya. Destaca Vitorio Emanuelle y Emanuele Filiberto. El palacio es de estilo barroco, construido en 1543, destacando las ornamentaciones en su interior barrocas, columnas, techos y puertas. La decoración como todo el barroco es recargada, y destacan los tapices, cuadros y las telas decorativas en varios colores, verde, rojo, azul. Me gustó bastante el salón del trono, el salón de las audiencias privadas, el salón de baile con sus lámparas de lluvia impresionantes, el comedor real y el salón de reunión del gabinete. Una vez terminé la visita al palacio, pasé a la armería real situada justo al lado del palacio. Son dos estancias comunicadas entre si. En la armería se exponen las armaduras que usó la familia real y las armaduras de sus caballos, pistolas, sables y espadas, banderas y estandartes, y diversos escudos. Es interesante,

Galleria Sabauda
Después de visitar el Palazzio Reale, me dirijo a la segunda parada del día la Galleria Sabauda. La galería está contigua al Palazzio Reale y en ella se exponen una colección de cuadros de pintores de la corte de Torino y en este momento hay una exposición especial, “I quadri del re” , la colección privada de la familia Saboya. Pero aquí viene la primera decepción del día, la exposición especial se encuentra en otras dependencias bastante lejana a donde me encuentro, ya que el museo lo están restaurando. Me han vendido la entrada como si estuviese en las mismas dependencias. Vamos que he caído como un tonto. Aún así presento mis quejas al dependiente de la entrada al museo, que lo único que se limitó es a pedirme excusas. La colección de los pintores de la corte es mala con ganas, son pinturas religiosas y de poca importancia y notoriedad. Solo se salva dos cuadros que tiene la exposición de Eryk Van Eyk, pintor de la corte de flandes en aquella época. Salgo bastante decepcionado y cabreado con la exposición.

Palazzo Madama
Regreso a la Piazza do Castello y me dirijo a ver otro palacio, Palazzo Madama, otra indiscutible e impresionante obra de la arquitectura de la plaza. Es un palacio construido guardando parte de su estructura románica con la construcción barroca, posee unas escaleras enormes, grandes ventanales con cristales y enormes salas en su interior. Hoy es el Museo Civico d´Arte Antica. La exposición se divide en 4 plantas, una subterránea que son las ruinas romanas, y tres en superficie. Cuenta con un ascensor que sube a la torre, desde donde se divisa toda la ciudad y las montañas de los Alpes. Una de las plantas está dedicada a cerámica y cristalería, otra a pinturas del barroco italiano y otra planta dedicada a murales, pinturas y orfebrería medieval. En la planta del barroco italiano, hay otra exposición en este momento. Se trata de una exposición del artista americano Robert Wilson, actor y creador teatral. Entre las pinturas barrocas se mezcla la modernidad, pantallas led en donde se exponen video y sonido del popart. Diversos actores como Brad Pitt, Isabella Rosselini, Johnny Deep o Salma Hayeck participan de este proyecto, en donde actores, interpretes de la lírica, filósofos, etc … hacen de modelos para este artista popart. Resulta muy curioso ver el contraste entre las dos diferentes formas de entender el arte, el barroco y el popart.

Río Po
Salgo de la exposición y me dirijo a una zona de la ciudad que hasta ahora no había visto, quiero ver el río, el río Po, el río de los crucigramas españoles. A mitad del camino paro en una pizzería express para comer rápido un trozo de pizza y un refresco y continuar la visita. Llego a la Piazza Emanuelle Filiberto y llego a la ribera del Po. Las vistas son espectaculares, en el entorno se respira toda la época del quinquecento, palacios de tres o cuatro plantas una plaza espectacular y el río Po, que da un toque peculiar. Me paró un rato para contemplar un atardecer impresionante.

Museo del Cinema
De ahí me dirijo a otro de los lugares con encanto de la ciudad, la zona dedicada al cine en Torino y al museo nacional del cinema. Se encuentra en el interior de la Mole Antoneliana, edificio terminado en pico que mide 85 metros de altura. Tiene un ascensor panorámico que al subir vas viendo toda la ciudad. La exposición se agolpa en espiral a la cual entras viendo desde las primeras proyecciones del cine, los primeros fotogramas de finales del XiX a la actualidad. Recorre desde como funciona una cámara de cine, cristales, luz, etc, hasta los guiones, directores, actores y actrices, películas de todos los tiempos y de todas las nacionalidades, destacando Hollywood, Cine francés, Cine Italiano y hay bastantes menciones al cine Español, aparece Luis Buñuel, José Luis Vilallonga, Penélope Cruz, Javier Bardem, Pedro Almodovar y Alejandro Amenabar. Hay un tema monográfico dentro del museo y es una disección fotograma a fotograma, parte por parte y un estudio minucioso de la película “Metrópolis” de Fritz Lang, de 1927. Es alucinante, piezas del guión auténticas, fotogramas de la película, comentarios de directores y críticos. Completísimo. La verdad es que he pasado unas horas de película. Aconsejable ver el museo, no se lo pierdan.

Al salir del museo, regresé al hotel caminando y descansé un rato. Salí a cenar a la pizzería que está enfrente del hotel, y cené bien.
El día de hoy ha sido muy corto, ya que lo he pasado casi todo el día de viaje. He tenido que esperar tres horas en la estación de trenes de Turín. Trenes para Florencia hay pocos, y sale uno cada dos horas. He vuelto a pagar otro extra por ir en tren de alta velocidad. De Lombardía pasamos a la Toscana. He llegado a la estación de trenes de Florencia a las 5 de a tarde. Cogí el autobús para ir al hotel y me confundí de dirección, me fui en la otra en la otra dirección. Corregí sobre la marcha y regrese sobre mis pasos, al fin estoy en el Hotel.

El Hotel es un cuatro estrellas bastante bueno, muy bien decorado, limpio y con unas vistas excepcionales. Está en la ribera del río Arno, en un entorno precioso, y a 10 minutos caminando de la piazza delle duomo, se llama Plaza Hotel Lucchesi. Muy muy recomendable.

Piazza della Santa Croce
Después de descansar un rato, he salido a dar una vuelta, hace un frío monumental, estamos a -2 o -3 grados. Justo al lado del hotel esta la Biblioteca Nazionale Central di Firenze, edificio de estilo clásico muy bonito. Justo detrás de la biblioteca se encuentra la piazza della santa croce, con la iglesia del mismo nombre. En la plaza hay puesto un mercadillo europeo de navidad, en la que se puede comer diversos platos de diferentes sitios de Europa, Austria, Alemania, Francia, Bélgica, Italia por supuesto. He parado y me he comido una salchicha frankfurt con chucrut y mostaza en un perrito caliente y una coca cola. Continuo el camino por la via Torta, y me encuentro con una pequeña plaza, la piazza di San Simeoni, en donde se encuentra el palacio de justicia local. Es un precioso edificio renacentista, antiguo palacio. Me adentro por las callejuelas del centro de la ciudad y me quedo maravillado con los diferentes palacetes que estoy viendo, todos construidos en piedra de la época renacentista. Convierte a esta ciudad en una belleza del medievo. Me está enamorando la ciudad. Llego hasta la Piazza delle Duomo, donde se encuentra el Duomo y el Battisterio, dos joyas monumentales del barroco florentino. En la entrada principal me pongo a hacer fotos con la cámara del móvil.

Cojo por la via Calzaluoti y me encuentro con una pizzería que se llama Gusto Leo, y me paro a cenar. He cenado una brussheta fiorentina y una cocoleta imapnata, o sea pechuga de pollo empanada con papas fritas. He cenado estupendamente. Regreso al hotel. Mañana me espera una larga caminata por estas frías calles pero que dejan una gran sensación al que las visita.
Me despierto a regañadientes, estoy con sueño. Jejeje, pero no pasa nada. Me pongo en marcha después de desayunar en el hotel. Hago casi el mismo recorrido que hice anoche pero me he parado y he visto los monumentos y las iglesias en su interior.

Chiesa della Santa Croce
Lo primero que vi es la Iglesia de la Santa Croce, iglesia franciscana construida en 1294 de estilo gótico. Dentro de ella hay pinturas de los principales artistas Florentinos del XIV y dos murales de la historia de San Francisco de Giotto y obras del renacimiento de esculturas y arquitectura de Donatello y Brunelleschi. A raíz de la unificación de Italia en el siglo XIX, acoge las celebraciones de acontecimientos de exaltación de la patria. Con tal motivo se trasladan a esta iglesia los monumentos fúnebres de Galileo Galilei, Michelangelo Buonarroti, Dante Alighieri y Nicolo Maquiavelo. Los cuales pude fotografiar sin problemas.

Conjunto con la entrada a la iglesia tienes la entrada a la Casa Buonarroti. Esta casa se encuentra a una manzana de la iglesia y fue en ella en donde Michelangello puso su taller de pintura y escultura. Hace unos años después de una restauración de la casa, se abrió como homenaje al pintor y escultor en la que se exponen algunas de sus obras.

Palazzio Vecchio
Al salir de la casa Buonarroti, subí hacia la Piazza delle Duomo, pero antes me dirigí hacia la Piazza della Signoria, en donde se encuentra el Palazio Vecchio. El Palazio Vecchio es el ayuntamiento de la ciudad, se mantiene desde el año 1302 cuando se emplazó ahí el consejo de ciudadanos presidido por los priores y el confaloniero. También fue residencia del Duque Cosme I di Medici y su mujer Leonor Álvarez de Toledo, 200 años después. El palacio es una mezcla de varias tendencias arquitectónicas, según la época de la reforma. Tiene una fuente de Neptuno a su izquierda de Ammannati y tiene unas esculturas (ahora en restauración) justo en el lateral derecho. Estas esculturas son “Cósimo el viejo”, “Hércules” y “Caco” acompañados de una copia del David de Michelangelo. Tiene una torre muy alta con un campanario que llamaba a asamblea a los ciudadanos en el medievo. En su interior hay un museo y al lado justo se encuentra el edificio de la Logia del Lanzi.

Duomo Florencia
De ahí me he dirigido hacia el Duomo, la catedral. En la Piazza delle Duomo se encuentra el Duomo (Catedral Santa Maria del Fiore), el Campanile de Giotto y el Battisterio di San Giovanni. Hago las fotos pertinentes exteriores de la puertas del paraíso del Battisterio, a la Campanille de Giotto y a al Duomo, me dirijo a su interior. La fachada del Duomo es de mármol blanco con dibujos en verde obra de Emilio De Fabás, de estilo neogótico. La catedral en su interior es bastante poca cosa, no tiene pinturas relevantes. Más sorprende su exterior, que si es realmente una obra de arte. Después de descansar un rato en el interior del Duomo, salgo para dirigirme a la iglesia más antigua de la ciudad, la Iglesia de San Lorenzo y antigua Catedral hasta la construcción del Duomo. Es la iglesia de la familia Medici. Entro en la Iglesia de San Lorenzo, hay varias esculturas de Donatello en su interior y varias de las capillas fueron construidas y pintadas por Michelangelo. La iglesia es muy sobria, lejos de la ostentación.

Battisterio di San Giovanni
Es momento para parar un momento y tomar algo rápido para seguir la visita a la ciudad. Me acerco a una pizzería que hay cerca de la Iglesia de San Lorenzo, se llama “Il grande Nuti”, recomendable. Pido una calzone a los 4 quesos, un refresco y café. Y continuamos la visita a la ciudad. Me dirijo a la Piazza della Republica. Es la plaza más grande del centro de la ciudad, tiene movimiento comercial y tiene un enorme portalón tipo, la puerta de Alcalá en Madrid, que da acceso a instalaciones de instituciones políticas de la región. Me gusta a plaza, están preparando algo relacionado con el golf, no se para qué evento.

Continuo caminando hasta encontrarme con el puente vecchio. El puente vecchio es el puente más antiguo de la ciudad que une las dos partes en la que se divide la ciudad atravesada por el río Arno. El puente tiene locales comerciales que se dedican a la venta de joyas y oro. Todo el puente está dedicado a este comercio.

De ahí me dirijo a la Galleria degli Uffizi. La Gallería es el museo de pintura y escultura más importante de la ciudad. Está ubicada en el Palazzio Uffici, residencia de los Medici, y que alberga la colección de la familia Medici de pintura renacentista. Es una de las más completa del mundo, tiene obras de Botticeili, Miquelangelo, Raffaello, Filipo Lippi, Leonardo da Vinci, Giotto, Bassano, Tintoretto, Tizziano. Todo el trecento, quatrocento y quinquecento reunidos en una colección. También tiene una sala dedicada a pintores españoles. Goya, Velázquez y El Greco, tienen su hueco en este museo. He estado cerca de tres horas en el museo y me he quedado con ganas de ver más. Sería difícil destacar alguna pintura pero si destacamos alguna sería “el nacimiento de Venus” de Botticelli o “la sagrada familia” de Michelangelo.

Regreso al hotel para descansar un rato. Salía a cenar en una pizzería, la misma que cené anoche Gusto Leo, un plato de pasta (pasta fresca muy rica) y a descansar que mañana toca más.
El día de hoy ha sido un poco atípico. El cansancio acumulado del viaje me está pasando algo de factura, acompañado que anoche no dormí todo lo que debía, esta mañana me ha costado ponerme en marcha. Después de desayunar en el hotel, he comprado un par de billetes de guagua y he cogido la línea 23.

Basilica della Santissima Anunnciatta
Mi primer destino es la Basilica della Santissima Annunzatta. Es una iglesia del 1252, pero remodelada en la época de Brunelleschi en 1601. De estilo barroco en su interior, muy recargada con pinturas y detalles ornamentales en las cúpulas y paredes de las diversas capillas. Destaca la escultura de Baccio Bandinelli, la Pietá. En la capilla en donde se encuentra, está su tumba. Como todas las iglesias de Florencia, contienen pinturas del treccento y quatroccento. Como característica decir que el altar se encuentra en dirección opuesta a la capilla más venerada de la iglesia, la capilla de la anunciación. Parece ser que en esta capilla se produjo un “milagro” cuando se estaba construyendo. El monje que estaba pintando la anunciación no encontraba la inspiración para que quedara perfecto la pintura y un día la abandonó sin terminarla. A la mañana siguiente apareció terminada la pintura sin explicación alguna.

Al salir me he dirigido a la Piazza di San Marcos, que se encuentra en la siguiente manzana de edificios. En ella se encuentran museos y la academia de bellas artes. En esta plaza se encuentran el museo de San Marcos, el museo del Cartografía del Ejercito italiano y La Galleria della Academia. Está última es mi destino. En ella se encuentra el David de Michelangelo. Es un museo que tiene pinturas, esculturas y música en su interior. Hay una exposición curiosísima de instrumentos musicales pertenecientes a la colección de la familia Medici. Violines, violas, violonchelos, pianos, clavicordios, etc, datados en el siglo XV y XVI, se exponen en su interior. Destacar un violín de Antonio Stradivari, un piano ovalado y otro vertical de Bartolomeo Cristofori, inventor del piano. Las pinturas que contiene el museo son todas del treccento italiano. En esta época las pinturas tenían el mismo colorido y estructura que las pinturas iconos del cristianismo copto, se asemejan bastante.
David Michelangelo.
Desde ahí me he dirigido a la sala de Michelangelo. Lo primero que sorprende es que te encuentras con obras inacabadas del escultor expuestas en el pasillo que lleva hacia el David. En el cruce entre dos pasillos con una cúpula se encuentra la pieza del museo, el David. Me senté a contemplarlo. Siempre se ha destacado que Miquelangelo había sido transgresor con su David. Ya que le dio mayor potencia muscular y más capacidad de movimiento en su escultura. Pero a mi lo que me sorprendió es la desproporción de las manos y los pies con respecto al resto del cuerpo. Esta desproporción no lo afea, todo lo contrario, lo que le hace es demostrar lo que el escultor quería, demostrar potencia y fuerza. Por cierto, la foto que la saqué con el móvil sin flash me costó una buena bronca de las guías del museo. Está prohibido sacar cualquier tipo de fotografía a la escultura. 

He salido tarde de la academia, pero logro encontrar una pizzería que todavía esté abierta para tomar una pizza, se llama La Botigue di Donatello, en la Piazza delle Duomo. Después del almuerzo, decido finalizar la visita a esta ciudad medieval que me ha enamorado. Regreso al hotel, descanso. Y he cenado en la tratoría La Colonine, unas pastas , Penne Gianchi con carne muy ricos. Hay que regresar a Fiorenza, vale la pena, una ciudad medieval y cultural para disfrutar. Me ha enamorado.

Hoy toca viaje a Verona, la ciudad del Veneto de Romeo y Julieta. Así que he recogido las cosas del hotel y después de desayunar, me he puesto en marcha. He cogido la guagua 23 para ir a la stazione centrale y he cogido el tren, es un frecciargento, tren rápido que por supuesto he tenido que pagar otro extra por viajar en él. La verdad es que no sale rentable hacerse Italia con el Europass del tren. Aparte de la tarifa la reserva en los trenes de alta velocidad cuesta 10 € si lo haces en la propia estación y 18 € si lo haces en el mismo tren. Quizás hubiese sido más barato los viajes en avión. Los paisajes que veo por la ventanilla del tren son blancos, ha nevado. Hace frío y me va a coger mal tiempo.

He llegado a la stazione de Verona, la ciudad me ha recibido blanca, ha nevado. Cogí la línea 13 de guaguas y unas cuantas paradas después está la Piazza Bra, en donde está el hotel. Se llama Hotel Milano, un tres estrellas pero que parece de cuatro, recién reformado y con materiales de diseño. Duchas grandes con plato y mono mando. Decorado en colores tierra, tele de plasma grande e internet wifi. Si el servicio y la atención son buenas, el mejor hotel de los que he estado. Aparte está en el mismo centro de la ciudad, detrás justo del arena. Ya lo explicaré mañana pero el Arena es el antiguo circo romano. El viaje me ha cansado mucho pero me resisto a no dar una vuelta por el centro de la ciudad. Dejo las maletas y salgo a dar una vuelta.

Arena (vista exterior y graderío interior)
Llego a la Piazza Bra y me encuentro con el Arena (Siglo 1 a.c.) y las antiguas murallas romanas, Mura Gallieno (Siglo 2 a.c.). Impresiona su vista, por dentro debe ser espectacular, realizan operas y teatro en su interior, ahora hay una exposición, no se de qué va el tema. Mañana lo averiguaré, En la plaza hay una fuente que funciona, pero sus alrededores están blancos de la nevada y justo detrás uno de los pinos de la plaza le han puesto unos adornos de navidad, al lado hay un tiovivo, hacen una estampa muy bonita. En la misma plaza hay dos palacios, el Palazio Barbieri y el Palazio Gran Guardia. Justo al finalizar este está la Portoni della Bra, que conecta este palacio con el Museo Lapidario Maffeiano, antigua construcción romana.

Recorro las calles laterales del arena, y me encuentro con diversos palacetes muy bonitos que les he sacado alguna foto. Hasta que me encuentro con el Societa Letteraria y en la taberna que está en su interior me paro para cenar. Se llama Le cantine de l´Arena. Como un espectacular plato de pasta que se llama “Pezze della Nona”, que es como si fuese un triángulo de lasagna relleno con una bechamel con champiñones y setas gratinado. Ya digo, espectacular. Regreso al hotel y a descansar.

Me levanto a la hora de siempre, después de una ducha y desayunar, comienza una larga y dura jornada de paseo por Verona. Lo primero que hago es ir hacia el Arena. Como dije ayer, el arena es un anfiteatro romano construido en el primer siglo antes de cristo. Hay una exposición de estatuas de la virgen, que evidentemente no me interesa. Hoy decido darle un carácter más civil a mis visitas, con lo que voy a intentar hacerme el recorrido sin entrar en demasiadas iglesias. Hay mucha ruina romana que ver en esta ciudad aparte de palacios y palacetes.

Arena (graderío interior)
Entro en el Arena y voy subiendo las escalinatas hasta llegar a lo más alto. Es una pasada ver su estado de conservación, es casi perfecto. Supongo que una mano de restauración tendrá pero las instalaciones se encuentran muy bien. La arena del Arena, y valga la redundancia, está helada de las nevadas, se parece más a una pista de hielo a la arena en donde luchaban los gladiadores contras las fieras. Después de las fotos pertinentes, salgo y me dirijo hacia las murallas defensivas de la ciudad. Las recorro unos metros y regreso sobre mis pasos para ir hacia el lado contrario.

Voy recorriendo calles y callejuelas, viendo palacios del siglo XVI y XVII entre las construcciones más recientes. Entre los edificios que veo está la Chiesa di San Nicolo, iglesia de San Nicolás, iglesia barroca. También me encuentro con dos iglesias más, la Chiessa della Scala y la Chiessa San Tomio. Me encuentro con la Porta di Leone, Puerta del León, romana. Llego a dos calles comerciales, Via Cappelo y Via Leoini. Al final de la Via Cappelo se encuentra la casa de los Capuletto y el balcón de Giulieta. El ayuntamiento hace ya muchos años decidió dedicar dos casas muy parecidas a las que Schakespeare se basó en su obra Romeo y Julieta como la residencia de los Capuletto, para dar un homenaje a la novela escrita. También hay recreada la tumba de Giulieta, unas calle más adelante. Son atracciones turísticas que le dan nombre a la ciudad, donde la ficción se confunde con la realidad.

Piaza Erbe
Llego a la Piazza Erbe en donde se encuentra entre otras las esculturas romanas, Madonna Verona y el león con alas, que le da nombre y escudo a la ciudad. Aparte se encuentra la Torre dei Lamberti, palazzio Maffei, Corte Sgarzarie, Torre dei Gardello. La Piazza Erbe fue núcleo central de la época del quinqueccento. Justo al lado se encuentra la Piazza dei Siñori, en donde se encuentra el ayuntamiento que data del siglo XV, y lugar en donde se realizaba el mercado. Haciendo tradición a su antiguo uso, ahora por navidades hay un mercadillo bastante grande, en donde puedes degustar alimentos tanto de la zona como de otras procedencias, mientras realizas las compras navideñas.

Teatro Romano
Me dirijo hacia el Ponte di Pietra, pasando por Chiesa di San Anastasia, de estilo gótico. El puente proviene del siglo I antes de cristo, cruzo el Río Adige y me dirijo al Teatro Romano que se encuentra al otro lado del río. Entro al Teatro y me dirijo a su museo arqueológico en el que se exponen diversas piezas encontradas en su excavación, como figuras estatuas, vasijas, ánforas, etc. El museo es muy interesante. Salgo del Teatro Romano y regreso al Ponte di Pietra, regreso sobre mis pasos para ir hacia la Piazza delle Duomo. En donde se encuentra el Duomo, o Catedral de Verona, de estilo románico el exterior y gótica su interior.

Entro a comer en un café restaurante que se encuentra pegado al Duomo en una casa renacentista restaurada, y que por lo que pone en su fachada es un restaurante preocupado por el reciclaje. La carta, servilletas, etc, está hecho con papel ecológico, y tienen otros detalles que le dan una característica especial. La pena es que su comida es mala hasta decir basta. Pedí una simple pizza de jamón y champiñones. Y me la sirvieron quemada. Hasta tal punto que los bordes tenían sabor a quemado. El centro estaba un poco menos quemado, se podía comer. Al preguntarme que si me había gustado les dije que no, que encontraba la pizza quemada. Y cual no fue mi sorpresa la contestación que me dijo la dueña, es que a ellos les gusta poner la pizza crujiente. Señora, una cosa es crujiente y otra cosa es tener sabor a quemado. Cuando una cosa está crujiente no sabe a quemado. No me gustó para nada la actitud. Se llama Retro Bistrot & Café, no recomendable.

Duomo.
Regreso hasta el centro de la ciudad de nuevo, y callejeo por las calles paralelas a la piazza Ebro, y entro en el mercadillo de la Piazza delle Signori, que esta mañana no había entrado. Tomo chocolate caliente en uno de sus puestos y sigo caminando. He recorrido dos plazas más pero no me acuerdo de los nombres. Verona es una ciudad que conserva el ambiente medieval del siglo XV y XVI en sus calles y vale la pena perderte callejeando, te llevarás la sensación de estar en otra época y en otro mundo. Regresé al hotel a descansar un rato.

Por la noche fui a cenar a una pizzería que se llamaba M27, un plato de pasta y agua con un café. Paseé un rato por las calles de Verona de nuevo y al hotel a descansar. Verona es una ciudad que merece la pena visitarla con tiempo para disfrutar de sus callejuelas medievales e ir a algún acto cultural. Es una ciudad que te engancha con sus encantos. Me gustó mucho.
Después de desayunar y hacer la maleta, toca día de viaje. Hoy espero llegar al hotel algo más temprano que en otras ocasiones. He cogido una guagua que me llevara a la estación central de trenes y allí poder coger el tren que me lleve a Venecia. Es la última etapa del viaje, en unos días estaré de nuevo en casa.

Llego a Venecia, a la estación de Santa Lucia. Lo primero que te encuentras es a tu derecha la Piazzale Roma, a continuación los Giardini Papadopoli, una sucesión de casas de estilo clásico, en las que destaca un palacio gótico. Y la parada de las vaporetto, las “guaguas venecianas”. A todo esto únele que todo está bañado por el Canal Grande. Hace una postal que no encuentro palabras para describir. Es impresionante, bella, mágica, atractiva, romántica, …..

Voy a coger el vaporetto que me lleve hasta la parada de Rialto, junto al puente y desde ahí llegar callejeando al hotel, que está bastante cerca de la piazza di San Marcos. Lo primero que me encuentro son con los precios altísimos del transporte en vaporetto, un billete cuesta 7 euros. Pero como no se como llegar de otra forma, si es que la hay, no me queda más remedio que pagar el billete. El paseo por el Canal Grande es espectacular, vas viendo todos los palacios, iglesias, casas, y piensas como han podido construir en estas condiciones. Literalmente es una ciudad sobre las aguas. Es cierto que Brujas se parece bastante a Venecia. Tal vez es la ciudad más parecida en Europa. Cádiz por lo menos es un itsmo, tiene tierra, pero es que no veo ni una porción de tierra que sustente las casas. Supongo que las habrá.

Llego a la parada de Rialto, dejo el vaporetto y me pongo a callejear para localizar el hotel. Me ha costado un poco encontrarlo, ya que otra característica de Venecia es no tener calles rectas. Te encuentras una esquina a la derecha y luego otra a la izquierda, y todo el entramado con las dos calles contiguas es la misma calle. Eso es lo que me pasó, encontré la calle. Llegué al final de la misma, o lo que yo creía que era el final, que no lo era, sin encontrar el hotel. Tuve que continuar la calle después de hacer una ese, pasar dos puentes, y ahí estaba el hotel. Callejear entre las pequeñas calles de Venecia, perderse en ellas, contemplando escaparates de sus tiendas, bares, pizerías, tratorías y restaurantes, es otro de los atractivos que tiene la ciudad.

Llegué al hotel, es un cuatro estrellas y está estupendo se llama “Hotel la bella Venezia”. Me han dado una buhardilla con su techo en cuña y vista. Si el servicio es tan bueno como el hotel en si, muy recomendable. Llego a la hora del almuerzo, con lo que decido ir a una pizzería que está justo al lado del hotel y almuerzo una pizza y un refresco para empezar la visita lo antes posible. La pizzería se llama “Nuova Valigia”, repetiré porque es buena y barata, para estos lares.

Basilica di San Marcos
Empiezo la visita dirigiéndome a la Piazza San Marcos. Callejeo por Via dei Fabbri y entro a la piazza. Ahí me encuentro con La Basilica di San Marcos, el Palazio Ducal, el Campanille la torre delle Orologio y la Biblioteca Marceliana. Y todos los comercios que hay en los bajos de la plaza. No es una plaza normal, pero tampoco es algo grandioso. Lo que ocurre es que el glamour hace muchísimo. En esta plaza hay mucho glamour. Los cafés de la plaza, las tiendas y el ambiente medieval de sus edificios la hacen única. Hay que verla y hay que sentirla.

Ponti dei Sospiri
Me dirijo al borde del Canal Grande, que lo baña y todo el frontal del canal es algo espectacular. Saco fotos y me dirijo hacia mi izquierda. Lo primero que encuentro es el famosísimo puente de los suspiros, Ponti dei Sospiri. Puente que la leyenda urbana lo ha convertido en romántico, cuando es todo lo contrario. Se llama así ya que era el ultimo puente por el que pasaban vivos los reos sentenciados a muerte, que se encontraban en las mazmorras del Palacio Ducal.

Ponte di Rialto
Continuo por la Riva degli Schiavoni contemplando todo el panorama, hasta que decido regresar sobre mis pasos, para dirigirme al Ponte di Rialto, el puente más antiguo de la ciudad y uno de los más conocidos. Regreso a la Piazza di San Marcos. Girando hacia la derecha de la plaza está la Chiesa di Santa Maria della Salute, y cuando llego enfrente justo de ella se produce un atardecer precioso. Saco algunas fotos y me dirijo rápido al Ponte di Rialto, a ver si llego a ver la puesta del sol.

Paso por debajo de la torre delle Orologio y callejeo por las diversas callejuelas, atravesando varios puentes y pequeños canales, consigo llegar al puente. Entre los edificios que me encuentro están la Chiesa di San Zulian y Chesa di San Savatore. El puente es espectacular y más aún cuando puedo llegar todavía a ver una puesta de sol en el puente. Una postal de ensueño. Me quedo un rato contemplando el canal, los restaurantes, las tiendas, todo me parece precioso.

Vista Canal desde Ponti di Rialto
Callejeo de nuevo por las callejuelas hasta volver a la Piaza di San Marcos, ahí decido parar a tomarme un café. Se llama Café Florian, un clásico según las guías turísticas. Quiero probar el glamour de la plaza. Entro en una cafetería que es un palacio antiguo decorado con espejos, marcos de pan de oro, sillas isabelinas, mesas de caoba, etc... Me siento y pido un Capuccio, y me lo traen en una bandeja dorada, conjuntamente con un bombón y una jarra de agua y un vaso. Glamour, por los cuatro costados. El glamour me cuesta nada más y nada menos que 9 euros. Pero un día es un día. No todos los días te sirve un camarero con frac y estas en una cafetería de este estilo.

Regreso al hotel a descansar un rato.

Salgo a cenar a una tratoría que se llama “Al Teatro Gondoni”, situada justo enfrente del teatro con el mismo nombre. Después de tomarme un plato de pasta al ragú con una coca cola y un café, regreso al hotel a descansar. Ya que estoy comento una cosa del país en relación a la comida y bebidas. Te puedes encontrar con una gran variedad de restaurantes, cafeterías, pizerías y tratorías, con diferencias abismales en precio entre ellas. Solo tienes que tener cuidado y ver el menú con los precios antes de entrar. Un plato de pasta puede estar sobre los 10 €, una pizza sobre los 9 €, entre los más baratos. Lo que llama poderosamente la atención es que todos cobran servicio, el más barato 2 € y el más caro 4 €, solo por ponerte el pan. Y también llama la atención que las bebidas sean tan caras. Una botella de medio litro de agua entre 2,5 y 4 €, una coca cola o similar entre 4 y 6 €, una cerveza entre 6 y 8 €. Y una botella de vino no baja de los 30 €. Yo he pedido una cuarta de vino de la casa y me han cobrado 8 y 9 €. Comer en Italia en los sitios más baratos te puede salir como mínimo 25 €. Y si te decides a darte un lujo, no baja de 40 o 45 € por persona.

Piazza di San Marcos de noche 
Ya que estamos comentando cosas del país que me ha sorprendido, comento varias cosas. En los lugares públicos, estaciones de tren, metro, autobuses, museos, etc, cada vez más se está haciendo habitual pagar por utilizar los servicios del baño. Los más baratos 60 céntimos a 1 € los más caros. Ojo, son unas máquinas que le pones la moneda y te deja entrar, no devuelve cambio. Si no tienes cambio, perderás. Otro detalle a comentar es las tasas municipales por pernoctar en la ciudad que se le cobra a los turistas. Está entre 3 a 4 €, según la ciudad, por persona y por día. Y lo que más me ha sorprendido son los extras que he tenido que pagar por utilizar los trenes de alta velocidad, que se dividen en tres categorías (frecciarosa, frecciargento y frecciabianca). El motivo, la reserva de asiento, la tasa es de 10 € por trayecto si lo pagas en la estación y 18 € si lo pagas en el propio tren. Lo que destroza el sentido del Eurotrain pass que funciona por días y por países, que he utilizado aquí. También he usado el Eurotren pass en Alemania, Holanda y Bélgica, no teniendo estos inconvenientes. La teoría del Eurotren pass es viajar en un día en cuantos trenes quieras o deseas para recorrerte el país que visitas. Con esta filosofía, este tipo de tasas no van, las tasas las destrozan. Todo esto me lleva a afirmar que ITALIA ES EL PAÍS DE LOS EXTRAS.

Cúpula Palazio Ducal
Después del desayuno y de una buena ducha, toca la visita a esta encantadora ciudad. Lo primero que hago es ir hacia la Piazza di San Marcos. Una vez ya estoy en la plaza me dirijo hacia el Palazio Ducal. Compro la entrada y entro a visitarlo. El Palacio Ducal fue el centro de poder político, judicial y financiero de Venecia cuando era un ducado. Su fachada es de estilo gótico. Tiene un patio interior con grandes columnas que se accede por unas habitaciones en las que se exponen diversas columnas antiguas que formaban parte de su estructura. Una vez dentro del patio, se accede al edificio a través de unas enormes escaleras en cuyo techo hay unos frescos pintados. El resto del palacio es de estilo renacentista. Ya que fue reconstruido en diversas ocasiones, una después de un gran incendio. Destacan en su interior las puertas, los frescos en sus paredes y techos y las construcciones en madera. Lo que más me llamó la atención son la disposición de las diversas salas que están dedicadas a cada actividad. Por ejemplo en un ala del palacio se encuentra las habitaciones de la familia ducal, son los apartamentos ducales. Por otro lado se encuentra el senado, sala de reuniones del gobierno y de sus diferentes ministerios, sala de diferentes instituciones del gobierno y las salas dedicadas a la justicia. Los frescos son de diversos pintores famosos italianos de la época, como Vivarini, Rizozo, Francesco Basano, Domenico Tintoretto, Giovani Bellini, Tiziano Tintoretto y Paolo Veronese. Hablando de las salas de justicia, también el palacio tiene unas dependencias para cárcel, las mazmorras. Mazmorras que fueron unidas a las salas dedicadas a los juicios por el puente de los suspiros, que recorres por su interior. Su nombre data de que era lo último que veían los reos condenados a muerte antes de su ejecución. Me ha gustado mucho la visita al palacio ducal, es muy interesante.

Basilica di San Marcos
Salgo del Palazio Ducal y me dirijo a la Basilica di San Marcos, que está justo al lado. Construida en 1063 su fachada es del románico bizantino, mezclada con el gótico a través de diversas reconstrucciones que le fueron hecha. La visita es corta ya que solo te dejan una ruta dirigida para su visita, no permitiendo fotografías. Y además hay una entrada separada y que tienes que pagar para ver la pala de oro, los museos de la basílica y la subida a la torre. La basílica impresiona por las pinturas que tiene (la bóveda principal pintada por Tintoretto) y el oro que la decora, pero por lo demás no tiene grandes atractivos. Aún así vale la pena visitarla. Al salir de la basílica he intentado subir al Campanile, es una torre de 98,6 metros de altura en la que se encuentra el campanario de la basílica, pero no he podido subir, está en restauración. El Campanile es de construcción moderna, del año 1902, ya que ese año se desplomó entera por una hendidura en su cara norte que la desestabilizó.

Ponti di la Cortesia.
Una vez terminada la visita a los tres símbolos de la Piaza San Marcos, me dirijo a otra parte de la ciudad. En el camino me encuentro con los dos teatros de importancia de Venecia, Teatro La Fenice y el Teatro Goldoni. Decido no entrar en ninguno de los dos, porque el tiempo se me echa encima. En el distrito Dorsoduro se encuentra la Gallerie delle Accademia, la mayor pinacoteca del mundo. El distrito de Dorsoduro tiene un encanto especial, ya que en el se encuentra la universidad y los diversos colegios universitarios. Es distrito de estudiantes y se nota fuera del ambiente turístico. Antes de entrar en la galería para ver la colección de cuadros que guarda en su interior, me dirijo a la iglesia de San Vidal, en donde esta noche habrá un acto que he elegido como final de fiesta del viaje, y que desvelaré en cuanto llegue a relatarlo, compro la entrada. Entro a la Gallería, me sorprende negativamente ya que pensaba que era más espectacular. Hay una pequeña exposición permanente, que tiene cuadros de los diversos pintores italianos del treccento, con una temática solo y exclusivamente religioso. Y nada más, están montando una exposición de Tintoretto, que como cuadro central de la exposición tendrá “El martirio de San Lorenzo” una vez restaurado, pero empieza el 21 de diciembre. Ya que me encuentro en el distrito universitario, decido buscar una pizzería y almorzar por aquí. Entro en la “Taverna San Trovaso” y almuerzo unas pastas muy ricas y un refresco para seguir la visita rápidamente.

Basilica di Santa Maria della Salute
Como mis pies ya están bastantes maltrechos por todo el viaje que le estoy dando, decido comprar un bono del vaporetto y recorrer el resto de la visita del día en el vaporetto. Saco el billete y cojo la línea 1 que me llevará a la Basilica di Santa Maria della Salute. En 1630 el Conde de Mantua trajo consigo la peste y fue encerrado en el Lazzaretto Vecchio, el patriarca de Venecia hizo una promesa de levantar un templo dedicado a Santa María si se erradicaba el mal. Y una vez erradicado empezó su construcción. La basílica me ha gustado mucho más que la Basílica de San Marcos. Tiene tres Tintoretto en su techo. Y sobre todo su fachada y las estatuas que tiene en ella me gustaron mucho.

Ponte Accademia (Gran Canal)
Volvía a coger el vaporetto, pero se está levantando una espesa niebla que va a ser fundamental para la visita. Desde ahí me he recorrido todo el Gran Canal, hasta la estación ferrovía de Santa Lucia. He visto todo los palacetes que estan rodeados por el gran canal, destaca Palazzo Ca Razzonico, Palazzo Grassi, Palazzo Muse Fortuni, Palazzo Ca d´Oro, Palazzo Ca´Pesaro y la Chiesa di San Geremia. Al pararme en la Estación de trenes he buscado una cafetería para tomarme un chocolate caliente y reponer el cuerpo para seguir la visita.

La niebla es espesísima y ya casi ni se ve. Aún así cojo el vaporetto de nuevo y me dirijo a la parada del Casino. Allí empieza el barrio con más encanto de Venecia, el Ghetto judío. La pena es que por la niebla no se puede sacar fotos, casi ni se ve a más de 10 metros. Aún así hago un paseo por el barrio hasta encontrarme con la Sinagoga, que se encuentra cerrada, ya es de noche, son las cinco de la tarde.

Chiesa di San Vidal
Regreso al hotel a descansar un poco y ha cambiarme para dirigirme al acto que les comenté antes, en la chiesa di San Vidal. Se trata de un concierto de música clásica que se interpretará por parte de “Interpreti Veneziani" dentro de la propia iglesia. El programa esta compuesto por tres obras; las cuatro estaciones de Vivaldi, Suit Nº1 de J.S.Bach y Concierto para violín “il grosso Mogul” de Vivaldi. El entorno es espectacular, aquí debe sonar estupendamente. Tenía razón la acústica fue excepcional, y sobre todo descubrí dos violinistas de gran altura, se llaman Paolo Ciociola y Giacobbe Stevanato. Sobre todo este último que le salió que ni bordado, de autentico maestro. Me puso los pelos de punta. Ha sido un excepcional final para un día maravilloso.

Toca el regreso a Málaga y el fin del viaje. Han sido 12 días de maravillosas experiencias. Me enamoró Florencia, me envolví de la magia de Venecia y Verona, y disfruté de la magnitud de dos ciudades grandes como Milán y Turín. Un viaje que ha sido muy denso y que hay que repetir para disfrutar con más detalle de lo que cada una de las ciudades ofrece. Sobre todo me ha faltado tiempo para ver Pisa y Pádova, dos ciudades con encanto que no he podido visitarlas en esta ocasión. Volveré.

El viaje de regreso ha sido algo movido. Tuvimos un retraso de hora y media, ya que las condiciones climatológicas en el aeropuerto de Venecia eran lamentables, hacia -2º y había niebla. Esto hizo que los aviones necesitaran que le rociaran con líquido anticongelante. Había una sola máquina y éramos los octavos en la cola para que el avión lo prepararan. Esto ocasionó que tuviéramos dos horas de retraso y solo tuviera 5 minutos para hacer el trasbordo en la T4 de Madrid-Barajas. Con las prisas he perdido el móvil y un reproductor mp3 que tenía en el bolsillo de la chaqueta. Al llegar a Málaga no llegó la maleta, ya que no hubo tiempo para hacer el trasbordo. Sin móvil ni maleta no pude llamar al servicio de microbús que tenía para ir a recoger el coche. Así que he tenido que ir caminando a recoger el coche. Una vez recogido el coche ya si es el fin del viaje. La maleta me la han traído a casa por la tarde noche.

Líneas aéreas: Easyjet, Iberia y Vueling.
Trenes: Trenitalia.
Hoteles: Milán - Hotel Carrobio (4*) ; Turín - Hotel Diplomatic (4*); Florencia - Plaza Hotel Lucchesi (4*); Verona - Hotel Milano (3*) y Venecia - Hotel La bella Venecia (4*).